Desde el Plan Siembra Petrolera hasta el Plan Tricolor.
No cabe dudas que el saber popular es una fuente inagotable de sabiduría, como por ejemplo lo demuestra este refrán: “El que siembra vientos, cosecha tempestades”. Lamentablemente, algunos connotados liderazgos del chavismo, como por ejemplo es el caso del “hombre serio” de petróleos Cubazuela, Rafael Ramírez, lo ignoran, no lo saben o sencillamente son practicantes incorregibles del cinismo. Es por esto que Ramírez, quien al mando de la referida empresa, solo sembró las semillas de la corrupción, el engaño, la ineptitud y el odio, hoy no puede recoger otro fruto que no sea el fracaso.
Ante esta situación de descalabro empresarial, Ramírez sencillamente, se esconde, ignora realidades, evade los debates y se niega a comparar resultados con las promesas y metas, por cierto varias veces diferidas y modificadas a su conveniencia del Plan Siembra Petrolera.
Además de esta asumir esta pusilánime actitud, Ramírez, “el hombre serio” y brillante estratega petrolero, se reúne con otro connotado experto petrolero y visionario planificador, su jefe, el comandante Chávez y, entre los dos, como nos lo hicieron saber el sábado conciben un nuevo “Plan” de crecimiento que nos permitirá, ahora si, crecer aceleradamente en producción y desarrollar a plenitud la Faja, han parido el “Plan Tricolor” , curioso nombre, el cual ignoramos si hace honor a los colores de la bandera o a la camaleónica actitud del comandante que ahora reniega del color rojo como única expresión del chavismo. Tal vez Ramírez, en su próxima arenga tenga que decir que en Petróleos de Cubazuela, “todos somos tricolores” o “todos somos un arcoíris de pasiones”. No lo sabemos, pero “sorpresas te da la vida”.
Lo cierto es que, luego de haber presenciado, en cadena nacional, la bufonada de estos señores, es necesario retomar la seriedad. Lo decimos porque en ese anuncio desesperado, lleno de inexactitudes, lugares comunes, falsedades y falta de seriedad, subyace un compromiso contraído con empresas transnacionales como Chevron y Repsol. Además de una necesidad de recursos adicionales que acepta demoras porque la campana se acerca y los compromisos financieros los acosan.
Ciertamente, desde hace un par de meses la presión de CUPET-PDVSA hacia los socios minoritarios de las empresas mixtas de la Faja se ha venido intensificando. Señales que nos indican que estas acciones alcanzaron el máximo nivel la podemos comprobar si recordamos las declaraciones ofrecidas al diario venezolano El Universal, el 27 de junio de 2011 por el Sr. Alí Moshiri, presidente de Chevron África y América Latina, Exploración y Producción. Este alto ejecutivo, a quien tuvimos oportunidad de conocer años atrás, se caracteriza por su pragmatismo y su avasallante estilo de negociación y nos dio en estas declaraciones, algunas señales inequívocas que algo se estaba negociando. Veamos algunas de las respuestas a interesantes preguntas.
¿Habrá producción temprana de la Faja del Orinoco para 2012?
“Es posible que haya producción para el próximo año. Tendremos 50 mil barriles diarios de producción del bloque Carabobo para septiembre de 2012. Técnicamente estamos listos, pero es necesario tener inversiones. Hay que tener inversiones inmediatamente, o incluso podríamos esperar hasta el próximo mes porque podemos acelerar la actividad. Pero es necesario que tengamos una decisión sobre eso. El ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, nos pregunta si Chevron quiere iniciar este proyecto, y nosotros pensamos que tenemos la tecnología y el recurso humano, al igual que Pdvsa, para que trabajemos juntos e iniciemos este proyecto”.
-¿Habrá producción temprana de la Faja del Orinoco para 2012?
“Es posible que haya producción para el próximo año. Tendremos 50 mil barriles diarios de producción del bloque Carabobo para septiembre de 2012. Técnicamente estamos listos, pero es necesario tener inversiones. Hay que tener inversiones inmediatamente, o incluso podríamos esperar hasta el próximo mes porque podemos acelerar la actividad. Pero es necesario que tengamos una decisión sobre eso”.
-¿Qué posición tiene Pdvsa?
“Creo que ya lo han decidido, pero para nosotros es necesario saber cómo podemos llevar a los hechos el proyecto, con aspectos como decidir los contratistas, ver de dónde vendrá el dinero. Pdvsa es muy fuerte y tiene suficiente financiamiento, y hay buenas relaciones entre Pdvsa y Chevron. Y ahora es el momento de tomar la decisión de cómo vamos a hacerlo. Es lo único que falta”.
-¿Cuáles son las metas de producción?
“Habrá incrementos. Seremos capaces de elevar la extracción de 50 mil a 100 mil barriles diarios y después hasta 150 mil barriles diarios. Cada dos años sumaremos de 50 a 100 mil barriles, pero el primer paso serán los 50 mil barriles iniciales. En esto ha habido un acercamiento con ideas bastante pragmáticas de parte del ministro Ramírez y Pdvsa, porque nos permitirá inversiones adicionales de ahora en adelante; y por eso pensamos que el primer paso, los primeros barriles, son muy importantes”.
Resulta obvio que ya el Sr. Alí Moshiri, ya sabe de dónde saldrá el dinero, pero los venezolanos no lo saben. Es importante recordar que en estos proyectos de la Faja, la Ley vigente de Hidrocarburos establece que la empresa estatal es el socio mayoritario con 60% de las empresas mixtas en cada proyecto. Por supuesto, eso significa que tiene el 60% de participación en las ganancias, pero también tiene el compromiso del 60% de las inversiones y gastos inherentes a cada proyecto. También equivale, por supuesto que de cada 100 mil barriles de producción, 60 mil corresponden a la empresa estatal y 40 mil a los socios minoritarios. Evidentemente, el Ministro-Presidente no dijo esto en sus declaraciones, habló como si el esfuerzo seria de CUPET-PDVSA y dijo cosas como estas:
1.- Según Ramírez se invertirán 2 mil millones de dólares (???) para agregar al final del año unos 146.000 barriles por día (???) a la producción de crudo de la Faja que actualmente ronda 900 mil barriles por día (???).
2.- Seis multimillonarios proyectos para la extracción de crudo extrapesado en los bloques Carabobo y Junín de la Faja asignados el año pasado, entre otras a Chevron (EEUU), ONGC (INDIA) y REPSOL-YPF (ESPANA). Se espera contar con unos 300 mil barriles de producción temprana (???) de estos proyectos, hasta alcanzar 2 millones 100 mil barriles diarios (???). Las inversiones previstas entre la estatal de Cubazuela y sus socias para estos proyectos ronda los 80 mil millones de dólares (????????)
Nuestra verdadera preocupación está centrada en la gran cantidad de mentiras que rondan estos desarrollos, por lo contrario se centra en la determinación de las empresas como Chevron de ir adelante con los proyectos y de asumir las cuantiosas inversiones requeridas y que la estatal que preside Ramírez no podrá asumir. Solo nos queda pensar que la formula predilecta de pagar las alícuotas de inversiones con producción de nuevo haya sido utilizada. Vale decir, de lograrse una producción temprana de 300 mil barriles por día, ya por contrato 120 mil serian de los socios, pensamos que probablemente el acuerdo con Chevron permita que ese volumen se incremente y las transnacionales se lleven ese crudo adicional para saldar sus inversiones y gastos.
Finalmente, creo que el país debería exigir una explicación más detallada de lo que sucede con los proyectos de la Faja, mas allá de los recursos financieros que resulta ser ya, en sí misma, un acertijo. Es imprescindible y obligatorio como venezolano exigirle a Ramírez, respuestas a preguntas como estas: donde y cuando se construirá la infraestructura de servicios que estos proyectos demandaran, vale decir, electricidad, agua potable, disposición de aguas servidas, vías de comunicación, viviendas, escuelas, hospitales, hoteles, etc. Esto al margen de saber dónde se construirá el nuevo puerto para sacar el crudo; donde los patios de tanques; los oleoductos; el diluente; cual será el impacto ambiental de estos desarrollos; como y donde se dispondrá del coque, azufre y otros materiales como el vanadio.
Caso contrario, continuaremos nuestra desenfrenada carrera hacia la hipoteca nacional, hacia el precipicio, al camino sin retorno. Si Moshiri, aceptó participar en el desarrollo de la Faja, aun en condiciones desfavorables de poca confianza, alto riesgo político y con un marco legal absolutamente parcializado, créanme, entonces las condiciones que obtuvo son leoninas con relación a los intereses nacionales. Solo el tiempo dirá cuales fueron. Espero que podamos revertirlas.