Friday, January 13, 2012

EXXON-MOBIL vs PDVSA: ¿CASO CERRADO?



“Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error”.
San Agustín

Tal vez el título de esta nota pueda sugerir para muchos, una alusión al conocido programa que transmite la cadena Telemundo y que, con ese nombre “Caso Cerrado”, conduce la Dra. Ana María Polo. Dicho sea de paso, su transmisión fue suspendida en Venezuela. Sin embargo, no nos referimos al programa de la Dra. Polo, aunque esta relacionado con leyes, dictámenes y algo de show mediático.

El caso que nos ocupa, se relaciona con toda la discusión que se ha generado luego de conocerse, a finales del 2011, la decisión proveniente del Cámara Internacional de Comercio (CIC) que obliga a Venezuela a pagar 907 millones de dólares a Exxon-Mobil como compensación por la expropiación de sus activos y el cese de los Convenios Cerro Negro y La Ceiba que la empresa mantenía en Venezuela.

De acuerdo con esto, el inefable “hombre serio”, Ministro de Energía y Petróleo y Presidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño declaró que: “Ya no hay nada más que juzgar. Todo está juzgado”.  

Con esta declaración, parece obvio que, el Ministro-Presidente Ramírez, cumple con la instrucción que el Comandante en Jefe expresara públicamente, sobre no aceptar ninguna otra resolución que pretendiera imponer un pago adicional. Se refería Hugo Chávez, a la demanda de Exxon-Mobil que cursa en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), añadiendo su decisión de retirarse de esta instancia.

Sin duda que esta reacción debe verse con cuidado y analizarse debidamente. Tal vez, los prestigiosos y onerosos bufetes internacionales de abogados contratados por PDVSA le hayan dado su opinión sobre un posible fallo del CIADI conducente a aceptar la decisión del CIC y que por tanto, alardear desconociendo la instancia, sirva para dar una muestra de fuerza y poder omnipresente del Comandante Chávez. Sin embargo, también podría ser que los abogados prevean un fallo de mayor alcance a favor de Exxon-Mobil, ante lo cual, el Comandante Chávez, haciendo gala de una de sus estrategias preferidas “huya hacia adelante”, desconociendo la instancia y, de carambola, desconocer los otros 20 fallos que el ente tiene pendientes en demandas que cursan contra Venezuela.

Resulta complicado poder aventurar cual seria el desenlace cuando no se conocen los detalles de la demanda, ya que, algunos especialistas esperan que los casos ante el CIADI impliquen una indemnización mayor, sobre todo si el tribunal valúa los activos de acuerdo al mercado y otros estiman que el Tribunal avalara lo dictado por el CIC. Lo que si  podemos tratar de ilustrar es lo complejo de la misma y comprender un poco mejor que es el CIADI.

En primer término, y de conformidad con las disposiciones del Convenio suscrito por los Estados, el CIADI proporciona servicios para la conciliación y el arbitraje de diferencias en materia de inversión entre Estados Contratantes y nacionales de otros Estados Contratantes. La jurisdicción del Centro se extiende a las diferencias de naturaleza jurídica que surjan directamente de una inversión entre un Estado Contratante (o cualquiera subdivisión política u organismo público de un Estado Contratante acreditados ante el Centro por dicho Estado) y el nacional de otro Estado Contratante y que las partes hayan consentido por escrito en someter al Centro. En este caso, se trata de una demanda de Exxon-Mobil contra el Estado venezolano y no de Exxon-Mobil contra PDVSA, como el caso ante el CIC.

Una vez que la conciliación no ha prosperado, se procedió con la conformación del Tribunal de Arbitraje constituido con tres árbitros designados, uno por cada parte y el tercero, que preside el Tribunal, de común acuerdo. Este Tribunal no podrá eximirse de fallar so pretexto de silencio u oscuridad de la ley. Vale decir que las decisiones del CIADI son inapelables e irrevisables, volviéndose en obligatorias para los Estados.

De acuerdo con algunos especialistas en esta materia legal, el Tribunal de Arbitraje esta en la fase de preparación del Laudo Arbitral, sin embargo, no se puede prever alguna fecha cierta de su comunicación, ya que se desconoce si Venezuela pueda estar pidiendo alguna reconsideración, aclaración, revisión o anulación del laudo y pedir que se suspenda la ejecución de una parte o de todo el laudo. Aun cuando, el Tribunal considerará de manera prioritaria dicha solicitud, no existe un tiempo definido para resolver estas posibles acciones.

Por otra parte, es obvio que Venezuela puede tomar la decisión unilateral de abandonar el CIADI, de hecho, el gobierno de Evo Morales tomó la decisión política de retirar a su país del CIADI en el año 2007 y, siguiendo el ejemplo de Bolivia, el gobierno de Rafael Correa anunció su retiro del CIADI dos años más tarde. La mala noticia es que, por más que un Estado desee salir se de estos acuerdos, éstos continúan en vigencia durante 10 años más, es decir que Bolivia será desincorporado en el 2017, Ecuador en 2019 y para Venezuela sería en 2022. De modo que, cuando menos, los 20 casos que cursan contra Venezuela deberán ser resueltos definitivamente antes de que se formalice su abandono.

Antes de concluir considero pertinente hacer algunas aclaratorias, relacionadas con estos casos y con las declaraciones que se han derivado de la decisión del caso Exxon-Mobil en el CIC y las demandas que cursan en el CIADI contra Venezuela.

Quien suscribe ha mantenido desde el principio que los 12 mil millones solicitados por Exxon-Mobil eran una petición desproporcionada, incluso, lo es también, la cifra ajustada de  7 mil millones. En nuestra opinión la cifra podría girar en torno a los 4 mil millones de dólares, prácticamente todo relacionado con la Faja y muy poco por el Campo La Ceiba, en el Estado Zulia. Este cálculo lo hicimos muchos meses atrás con el conocimiento cierto de unas clausulas del contrato firmado para el desarrollo del proyecto de Cerro Negro. Se trata de las previsiones que los expertos de PDVSA consideraron en 1998, para proteger los intereses patrimoniales de la empresa y el país. La CIC, se basó en esas clausulas del contrato y falló en consecuencia. No se trata de argucias, presiones o destrezas de negociación que partieran del equipo de Rafael Ramírez. La CIC interpretó las cláusulas del contrato vigente y dictó un veredicto relacionado con los valores en libro ajustados y no con los valores de mercado reclamados por la contraparte. La diferencia la asumimos como un error nuestro de valoración, aunque nadie nos ha aclarado si en la decisión del CIC se incluye el suministro de crudo a la Refinería de Chalmatte en Lousiana, 50% propiedad de Exxon-Mobil y el 50% de PDVSA,  garantizada con el suministro del crudo diluido de 16 API proveniente de Cerro Negro. Allí podría estar la diferencia. En todo caso el CIADI podría resolver algo diferente y por ello, debemos esperar.

Con relación al caso de Conoco-Phillips que cursa en CIADI, la situación del contrato de la Faja tiene esas mismas cláusulas, pero los activos del proyecto son mayores, porque es mayor la producción e incluye un mejorador que permite producir crudo sintético. Además, a Conoco-Phillips también le expropiaron el Campo Corocoro, en el Golfo de Paria que producía 80 mil barriles de crudo mediano y que era, por cierto, el único proyecto exitoso del programa de Apertura Petrolera, relacionado con la Exploración a Riesgo bajo el esquema de Ganancias Compartidas, aunque, en su momento se dio por hecho que se regalaba a las transnacionales el “lomito de áreas exploratorias”, en un acto de entrega de la soberanía. Las empresas gastaron mas de 740 millones dólares en exploración y el único éxito lo tuvo Conoco-Phillips, en el Golfo de Paria. La empresa pide una cifra de 30 mil millones dólares, lo cual nos luce exagerada. Consideramos que la cifra debe rondar los 10 mil millones dólares.

Finalmente, ni nos deleitamos, ni nos regocijamos con los fallos a favor de las empresas. Las transnacionales no están dirigidas por discípulos de Juan Pablo II o la Madre Teresa de Calcuta. Pero tampoco debemos satanizar las relaciones comerciales que podemos desarrollar con ellas, sobre todo, porque contamos con gente valiosa, de principios, con visión de futuro y conocimiento de negocios. Que no formen parte de la banda que gobierna, es por una parte, decisión algunos de esos forajidos y de principios, por la otra.

Lo que si denunciamos es que todos estos casos de reclamos y demandas, obedecen a una política irresponsable y demencial de los conductores del país. Ninguna de las expropiaciones ocurridas, han permitido mejorar la producción, la oferta de empleo, las exportaciones, ni la generación de riquezas. Por lo contrario, estamos pagando a empresas del área del cemento, del área petrolera, del área minera, para poder destruir proyectos en nombre de una promesa fraudulenta que llaman revolución. Allí esta el asunto.

En nuestra próxima nota comentaremos las participaciones de Rafael Quiroz y Eddie Ramírez en el programa Buenas Noches, una iniciativa que debe ser apoyada para que permita  generar un debate que es imprescindible realizar, contraponiendo visiones y opiniones relacionadas con el tema que nos envuelve a todos: los hidrocarburos.

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