Ese precio de vocero de la canalla, lo paga Aristóbulo para que lo dejen medrar en el poder
Si mal no recuerdo el año era 1987. Veníamos mi esposa y yo de mi pueblo, Caripe, estado Monagas, a donde fuimos a presentarle a la familia a Gabriela María Margarita, mi hija recién nacida.
A la altura de San Antonio del Golfo, estado Sucre, nos paramos en una gasolinera de carretera a atender a la niña. De súbito arribó un carro viejo, con los vidrios laterales rotos y un motor ruidoso. Se bajó Aristóbulo Isturiz, nos reconocimos y nos pusimos a conversar.
Mi mujer de la época, intransigente con todo lo que oliera a izquierda, al regresar del baño me dijo:
¿Qué hacías tú hablando con ese comunista?
-Es mi colega diputado, le respondí. Es un tipo talentoso. Además tienes que reconocer que tiene mérito que ande haciendo campaña en ese carro destartalado, sin aire acondicionado con este calor de mil demonios.
Luego en la Cámara de Diputados terció con astucia en un debate en el cual yo tuve que sacudir con fuerza a un compañero suyo, que había acusado irresponsablemente a parlamentarios cuya decencia era sólida.
Aristóbulo era inteligente. Durante la Democracia Civil Fue militante adeco, dirigente magisterial fraccionalista, diputado, alcalde y hasta tuvo programas de TV. Era sin duda un político exitoso de una izquierda desafiante.
Pero el tiempo que todo destruye, se llevó en los cachos la ética de Aristóbulo. Se alió con el delirante Chávez hasta que este se lo sacudió por primera vez y él declaró que Chávez se había fumado una lumpia.
Más tarde volvió con Chávez. Trató de ser presidente de la CTV pero Carlos Ortega, legítimo sindicalista, lo derrotó. Entonces logró que Chávez “lo pusiera donde haiga”. Lo nombraron Ministro de Educación y ahí fue que Aristóbulo se llenó. Con las comisiones de los seguros de los educadores, el antiguo adalid izquierdista se convirtió en un potentado. Un hombre de yates lujosos y vida de nuevo rico dispendioso.
Para mantenerse en el chavismo Aristóbulo Istúriz tuvo que soportar humillaciones. Chávez lo despreciaba. Me contó alguien que estuvo presente en un viaje en el avión presidencial, que el ministro Aristóbulo se acercó meloso al asiento del finado teniente coronel golpista y este le espetó sin cuidarse de que todos lo oyeran:
-Vete de aquí mi color. No seas fastidioso. No te das cuenta que necesito conversar con Francisco. Este es un asunto entre militares. Estás demás. Vuelve a tu asiento.
Los pasajeros sintieron pena ajena cuando el ministro regresó a su sillón con una sonrisa estólida y el rabo entre las piernas.
A pesar de sus millones y contar con el portaviones electoral chavista, Aristóbulo perdió dos elecciones de alcalde con un venezolano que si tiene vergüenza y honradez, el actual Alcalde Mayor de Caracas Antonio Ledezma.
Ahora tenemos a Aristóbulo de gobernador de Anzoátegui, estado donde es un completo intruso. Gracias al abstencionismo oposicionista de diciembre pasado, el chavismo pudo ganarle las elecciones a un político recio y servidor público eficiente, Antonio Barrero Sira.
En estos días el paracaidista gobernador confesó en una reunión que ellos, los chavistas, les habían ordenado a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, que no le dieran curso al reclamo de la oposición contra el fraude que convirtió a Nicolás Maduro en presidente usurpador. Además anunció una campaña de violencia contra la oposición y calumnias contra Capriles Radonski y la MUD.
Ese precio de vocero de la canalla, lo paga Aristóbulo Istúriz para que lo dejen medrar en el poder.
Esto es falso de toda falsedad que presidente va tener un ministro con el cual no se la lleva (-Vete de aquí mi color. No seas fastidioso. No te das cuenta que necesito conversar con Francisco. Este es un asunto entre militares. Estás demás. Vuelve a tu asiento.)HAY QUE INVENTAR PERO SABER COMO Y CUANDO SE HACE Chavez era respectuoso los dsignos de altaneria eran solo de apariencia #Chavezunico
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