¿Quién grabó al sapo Mario Silva?
jalexisortiz@hotmail.com
El castro-chavismo exhibió frente al orbe las interioridades de su propia cloaca
En Venezuela denominan sapo a los que en otras latitudes llaman soplones, chivatos, orejas, espías, informantes, dobles agentes y en todas partes traidores.
El 20 de mayo la Mesa de Unidad Democrática venezolana y el presidente electo Capriles Radonski, por intermedio del diputado Ismael García, presentaron al mundo la grabación de una fangosa charla entre el periodista favorito de Hugo Chávez y Fidel Castro, Mario Silva y el comisario del G2, el aparato de espionaje cubano, Aramís Palacios.
La conversación de los dos esbirros sirvió para que el castro-chavismo exhibiera sin recato frente al orbe, las interioridades de su propia cloaca. Pero: ¿quién grabó al sapo Mario Silva?. Veamos:
El Mossad.
El sapo Silva acusó al voleo a la eficiente inteligencia de Israel. La verdad es que los judíos tienen la capacidad técnica para el oficio y razones para no querer a Chávez, que fue aliado y financista de grupos fanáticos empeñados en destruir la nación judía.
La CIA.
Diosdado Cabello, el vampiro mayor (sapo Silva dixit), el abúlico Nicolás Maduro y resto de la dirigencia chavista orilla de casabe, acusan como siempre a la CIA de estar detrás del asunto. Tanto ellos como los comunistas cubanos viven aterrados porque saben que el imperio está en capacidad de vigilarles hasta los torpes movimientos en sus lechos conyugales.
El G2.
Estos discípulos de las siniestras Stasi y KGB, son unas fieras para investigar, reprimir, chantajear y sobre todo: grabar a los opositores. No sería raro que ellos de pronto encontraran interés en destapar la olla podrida del codicioso Diosdado.
JVR.
José Vicente Rangel, operador político de inteligencia demoníaca, multimillonario asociado con ciertos oposicionistas desafectos a la MUD, con experiencia en conspiraciones y escuchas de conversaciones ajenas, podría haber encontrado un modo de alborotar el juego para luego aparecer él como un solucionador ad hoc.
Diosdado.
En la grabación los enemigos de Diosdado quedan mal parados: se confirma el abusivo entrometimiento de Cuba en Venezuela; se revela que Silva es un agente cubano que incluso ha sido armado por el gobierno de Maduro y hasta ha matado gente; se muestra el pobrediablismo de Nicolás Maduro, que aparece como un tipo confuso, supersticioso y quebradizo, excesivamente controlado por los comunistas cubanos y sometido a la voluntad de su mujer, la añosa Cilia. Además, el sapo Silva asegura que el potentado Cabello y sus narco generales aliados, son los amos de los aparatos de espionaje venezolanos.
Bueno, ahora si es verdad que se subió la gata a la batea. De repente se confirmó lo que todo el mundo sabía: que el chavismo es un consorcio de militares y civiles ineptos para el gobierno, corruptos, represivos, traidores a la patria y sin lealtad entre ellos.
Sólo queda recordar la sabia copla criolla: ¿Qué culpa tiene la estaca, si el sapo brinca y se ensarta?
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