“Una mentira no tendría ningún sentido a menos que
sintiéramos la verdad como algo peligroso”.
Alfred Adler
Horacio Medina
De manera particular, durante los últimos meses, muchísimas voces se han sumado a nuestro coro que por años, ha venido describiendo, desnudando, denunciando, revelando y/o indicando, la verdadera situación de la estatal petrolera nacional: Petróleos de Venezuela, S.A., PDVSA.
Durante todo este tiempo, también otro coro, correspondiente al sector oficial, ha venido ocultando, desorientando, encubriendo, prometiendo, callando y engañando con relación a la misma empresa.
Han sido dos versiones distintas o, más bien diríamos, en la mayoría de las circunstancias, interpretaciones y visiones, diametralmente opuestas.
Desde nuestro punto de vista, estimamos que, la versión oficial, parece haber tenido más éxito, quizás porque resulta siempre más fácil aceptar las versiones de éxito, de crecimiento, de bienestar y bonanza. Algo así, como la versión de la realidad que transmitía a su hijo, para proteger su vida, un italiano descendiente de judíos que es deportado a un campo de concentración nazi, junto al niño y su esposa, en la película “La Vida es Bella”, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, ganadora de tres Oscar.
Para todos sería lo mejor que en PDVSA todo fuese éxito, progreso, bonanza y resultados positivos. Sin embargo, aun cuando, tenemos la sensación que la gran mayoría sabe que no es así, requieren negárselo a sí mismos, creando una falsa realidad que les permita vivir alejados de la angustia. Pensando en percepciones, sería algo así como la necesidad de ocultar, el estado de inseguridad generalizado, la destrucción económica, la crisis de infraestructura pública nacional, el desempleo real, el fracaso de la Misión Vivienda, la fuertemente erosionada institucionalidad democrática, etcétera, etc., etc., etc.
Tratando de encontrar algunas razones, más allá de las ventajas que resultan obvias para quienes sostienen la versión oficial desde el poder y, aun a riesgo de equivocarnos, estimamos que, tal vez, nuestro discurso resulta ser demasiado racional, muy tecnocrático, excesivamente estructurado para “competir” con el discurso populista y demagógico que se ha instalado en amplios sectores sociales de Venezuela.
Nos parece pertinente recordar que el discurso populista de Hugo Chávez, caló y se instaló, en un momento de sufrimiento y de inmensas expectativas para una gran parte de la sociedad, todo esto, en un período de crisis prolongada que buscaba una salida. La palabra de Chávez, como inequívoco líder populista se apoyó y se apoya, sobre una dinámica voluntarista de ruptura con el statu quo. Hubo y hay, una suerte de alquimia de elementos racionales y emocionales que el análisis no debe escamotear, ni olvidar.
Es importante tener claro que Hugo Chávez se proyectó como la figura más clásica del populismo político, el hombre providencial carismático con un estilo que apostaba al equilibrio, entre la seducción y el saber hacer, acompañado con una energía extraordinaria y de una visión de futuro, irreal o no. Chávez, como líder carismático, abrazó la retórica con desmesura, con efervescencia social y, en el caso de PDVSA, le confirió una voluntad clara o, más bien, descarada de ruptura. Le imprimió un sello psicológico, sobre el cual, todos los otros componentes, se han desplegado para formar un nuevo mundo imaginario, revolucionario. La convocatoria a identificarse con la nueva PDVSA, fue y sigue siendo, un llamado populista dirigido a todo el pueblo, a todos aquellos que siguen y viven, de manera activa o en silencio, el enfrentamiento y la miseria, real o virtual. La vieja PDVSA, sus miembros y apoyadores, representaban todo aquello que debía ser aniquilado, destruido, el statu quo contra el que se debía irrumpir, para acabarlo. Nada racional, todo emocional.
Es por ello que resulta muy complicado, hacer entrar en razón a quienes están identificados y profundamente imbricados con lo emocional.
Durante años, Hugo y su ordenanza en la empresa, Rafael Ramírez, han prometido un futuro de éxito, nuevas refinerías; uno y otro plan siembra petrolera de crecimiento en producción; el desarrollo inconmensurable de la Faja; los planes de gasificación; varios gasoductos y oleoductos faraónicos que interconectarían el norte con el sur, el este con el oeste, sin que prácticamente ninguna de esas grandes promesas, se hayan concretado. Por lo contrario, anuncian como un logro, el pernicioso endeudamiento con chinos y rusos. Reconocen deudas con Cuba, Nicaragua, Argentina y varios países de la Confederación del Caribe que resultarán, en la práctica, casi irrecuperables. Y todo lo que dicen y proponen, resulta ser creíble para quienes se niegan a ver la realidad. Esta sensación de éxito y futuro posible se retroalimenta cada cierto tiempo y se refleja en los medios de comunicación, oficiales o no y en las cadenas internacionales de información. Allí quedan, en el sueño eterno, pero para el régimen, ya cumplieron su objetivo.
En el momento actual, este régimen chavista se encuentra en contracorriente y el funcionamiento del Estado, se ha vuelto cerrado y hermético al pueblo y es evidentemente culpable de una confiscación del poder. Además, viene acompañado de un agotamiento social e ideológico, de una falta de confianza en el porvenir que deja traslucir una sensación de envejecimiento, una ausencia de proyecto común. Se comienzan a concatenar como factores de cambio, la decepción, la frustración y la expectativa. La creencia en el gobierno revolucionario se fisura y el porvenir, genera miedo. Se percibe un sentimiento difuso y contradictorio de orden y de cambio. Entonces, lo más fuerte que sostiene la realidad populista y a la vez lo más misterioso, su fundamento emocional, se tambalea.
En estos momentos, la verdad se hace más peligrosa que nunca para el chavismo, por eso, la necesidad de mentir y confundir, se convierten en un elemento vital de sobrevivencia. Es imprescindible prometer, crear sensación de continuidad, de éxito. Se repiten una y otra vez que la verdad se hace peligrosa.
Es por ello que, a pesar de nuestro discurso, todavía demasiado racional, debemos continuar denunciando la situación de caos que vive la estatal PDVSA, dentro del caos generalizado en que se encuentra sumido el país. Ahora con mayor razón, debemos captar la atención nacional, sobre un tema vital para la construcción del camino de progreso que nos promete la alternativa democrática. Hagamos de la verdad nuestra arma más poderosa.
Para finalizar, es nuestra opinión que debemos comprometernos con un lenguaje sencillo, con pocos términos técnicos y abstractos, un discurso fácilmente comprensible para todos y con mucho sentido común.
Vamos a ponerle emoción a nuestra razón, vamos a soñar, pero eso sí, con el compromiso ineludible de contrastar nuestros sueños con realidades. Vamos a construir un futuro con un alto ingrediente popular, más no populista.
Han sido dos versiones distintas o, más bien diríamos, en la mayoría de las circunstancias, interpretaciones y visiones, diametralmente opuestas.
Desde nuestro punto de vista, estimamos que, la versión oficial, parece haber tenido más éxito, quizás porque resulta siempre más fácil aceptar las versiones de éxito, de crecimiento, de bienestar y bonanza. Algo así, como la versión de la realidad que transmitía a su hijo, para proteger su vida, un italiano descendiente de judíos que es deportado a un campo de concentración nazi, junto al niño y su esposa, en la película “La Vida es Bella”, dirigida y protagonizada por Roberto Benigni, ganadora de tres Oscar.
Para todos sería lo mejor que en PDVSA todo fuese éxito, progreso, bonanza y resultados positivos. Sin embargo, aun cuando, tenemos la sensación que la gran mayoría sabe que no es así, requieren negárselo a sí mismos, creando una falsa realidad que les permita vivir alejados de la angustia. Pensando en percepciones, sería algo así como la necesidad de ocultar, el estado de inseguridad generalizado, la destrucción económica, la crisis de infraestructura pública nacional, el desempleo real, el fracaso de la Misión Vivienda, la fuertemente erosionada institucionalidad democrática, etcétera, etc., etc., etc.
Tratando de encontrar algunas razones, más allá de las ventajas que resultan obvias para quienes sostienen la versión oficial desde el poder y, aun a riesgo de equivocarnos, estimamos que, tal vez, nuestro discurso resulta ser demasiado racional, muy tecnocrático, excesivamente estructurado para “competir” con el discurso populista y demagógico que se ha instalado en amplios sectores sociales de Venezuela.
Nos parece pertinente recordar que el discurso populista de Hugo Chávez, caló y se instaló, en un momento de sufrimiento y de inmensas expectativas para una gran parte de la sociedad, todo esto, en un período de crisis prolongada que buscaba una salida. La palabra de Chávez, como inequívoco líder populista se apoyó y se apoya, sobre una dinámica voluntarista de ruptura con el statu quo. Hubo y hay, una suerte de alquimia de elementos racionales y emocionales que el análisis no debe escamotear, ni olvidar.
Es importante tener claro que Hugo Chávez se proyectó como la figura más clásica del populismo político, el hombre providencial carismático con un estilo que apostaba al equilibrio, entre la seducción y el saber hacer, acompañado con una energía extraordinaria y de una visión de futuro, irreal o no. Chávez, como líder carismático, abrazó la retórica con desmesura, con efervescencia social y, en el caso de PDVSA, le confirió una voluntad clara o, más bien, descarada de ruptura. Le imprimió un sello psicológico, sobre el cual, todos los otros componentes, se han desplegado para formar un nuevo mundo imaginario, revolucionario. La convocatoria a identificarse con la nueva PDVSA, fue y sigue siendo, un llamado populista dirigido a todo el pueblo, a todos aquellos que siguen y viven, de manera activa o en silencio, el enfrentamiento y la miseria, real o virtual. La vieja PDVSA, sus miembros y apoyadores, representaban todo aquello que debía ser aniquilado, destruido, el statu quo contra el que se debía irrumpir, para acabarlo. Nada racional, todo emocional.
Es por ello que resulta muy complicado, hacer entrar en razón a quienes están identificados y profundamente imbricados con lo emocional.
Durante años, Hugo y su ordenanza en la empresa, Rafael Ramírez, han prometido un futuro de éxito, nuevas refinerías; uno y otro plan siembra petrolera de crecimiento en producción; el desarrollo inconmensurable de la Faja; los planes de gasificación; varios gasoductos y oleoductos faraónicos que interconectarían el norte con el sur, el este con el oeste, sin que prácticamente ninguna de esas grandes promesas, se hayan concretado. Por lo contrario, anuncian como un logro, el pernicioso endeudamiento con chinos y rusos. Reconocen deudas con Cuba, Nicaragua, Argentina y varios países de la Confederación del Caribe que resultarán, en la práctica, casi irrecuperables. Y todo lo que dicen y proponen, resulta ser creíble para quienes se niegan a ver la realidad. Esta sensación de éxito y futuro posible se retroalimenta cada cierto tiempo y se refleja en los medios de comunicación, oficiales o no y en las cadenas internacionales de información. Allí quedan, en el sueño eterno, pero para el régimen, ya cumplieron su objetivo.
En el momento actual, este régimen chavista se encuentra en contracorriente y el funcionamiento del Estado, se ha vuelto cerrado y hermético al pueblo y es evidentemente culpable de una confiscación del poder. Además, viene acompañado de un agotamiento social e ideológico, de una falta de confianza en el porvenir que deja traslucir una sensación de envejecimiento, una ausencia de proyecto común. Se comienzan a concatenar como factores de cambio, la decepción, la frustración y la expectativa. La creencia en el gobierno revolucionario se fisura y el porvenir, genera miedo. Se percibe un sentimiento difuso y contradictorio de orden y de cambio. Entonces, lo más fuerte que sostiene la realidad populista y a la vez lo más misterioso, su fundamento emocional, se tambalea.
En estos momentos, la verdad se hace más peligrosa que nunca para el chavismo, por eso, la necesidad de mentir y confundir, se convierten en un elemento vital de sobrevivencia. Es imprescindible prometer, crear sensación de continuidad, de éxito. Se repiten una y otra vez que la verdad se hace peligrosa.
Es por ello que, a pesar de nuestro discurso, todavía demasiado racional, debemos continuar denunciando la situación de caos que vive la estatal PDVSA, dentro del caos generalizado en que se encuentra sumido el país. Ahora con mayor razón, debemos captar la atención nacional, sobre un tema vital para la construcción del camino de progreso que nos promete la alternativa democrática. Hagamos de la verdad nuestra arma más poderosa.
Para finalizar, es nuestra opinión que debemos comprometernos con un lenguaje sencillo, con pocos términos técnicos y abstractos, un discurso fácilmente comprensible para todos y con mucho sentido común.
Vamos a ponerle emoción a nuestra razón, vamos a soñar, pero eso sí, con el compromiso ineludible de contrastar nuestros sueños con realidades. Vamos a construir un futuro con un alto ingrediente popular, más no populista.
No participó Petrobras, se va Repsol, pero viene PDVSA.
Desde hace seis años hemos venido siguiendo la historia de la campaña exploratoria en aguas profundas de Cuba. A finales de marzo de 2004, la impresionante plataforma semisumergible, autopropulsada, Eirik Raude, propiedad de la empresa Noruega Ocean Rig, comenzó a perforar a un costo de 195,000 dólares por día. A finales de julio del 2004, 4 meses después, Repsol anunció que el resultado del primer pozo exploratorio perforado en el área, a un costo superior a los 35 millones de dólares, había encontrado un yacimiento de crudo de baja calidad, no comercial.
Repsol, decidió realizar un intenso trabajo de levantamiento sísmico en la Zona Económica Exclusiva de Cuba, donde se ofrecían 59 bloques en licitación, de los cuales, 16 fueron contratados o asignados: 3 para Repsol (España), 1 para Sherritt (Canada), 1 para ONGCVidesh Limited (India), 3 para Petronas (Malasia), 4 con PDVSA (Venezuela) y 4 con CNPC (China). Petrobras, declinó participar.
Ocho años después, el grupo Repsol, en sociedad con la empresa Norsk Hydro de Noruega y ONGCVidesh Limited de India, acometió un nuevo pozo exploratorio, en los nuevos bloques y que recientemente declararon como pozo seco, a un costo superior a los 100 millones de dólares, anunciando, de paso, su retiro del área para concentrarse en las aguas profundas de Brasil. La plataforma usada, la Scarabeo 09, de última tecnología, esta ahora perforando un pozo para Petronas que se estima finalizar, a finales del mes de julio. La noticia, que ya habíamos adelantado, es que el próximo pozo de la Scarabeo 09, será perforado por cuenta y riesgo de PDVSA. Aunque usted no lo crea.
Desde hace seis años hemos venido siguiendo la historia de la campaña exploratoria en aguas profundas de Cuba. A finales de marzo de 2004, la impresionante plataforma semisumergible, autopropulsada, Eirik Raude, propiedad de la empresa Noruega Ocean Rig, comenzó a perforar a un costo de 195,000 dólares por día. A finales de julio del 2004, 4 meses después, Repsol anunció que el resultado del primer pozo exploratorio perforado en el área, a un costo superior a los 35 millones de dólares, había encontrado un yacimiento de crudo de baja calidad, no comercial.
Repsol, decidió realizar un intenso trabajo de levantamiento sísmico en la Zona Económica Exclusiva de Cuba, donde se ofrecían 59 bloques en licitación, de los cuales, 16 fueron contratados o asignados: 3 para Repsol (España), 1 para Sherritt (Canada), 1 para ONGCVidesh Limited (India), 3 para Petronas (Malasia), 4 con PDVSA (Venezuela) y 4 con CNPC (China). Petrobras, declinó participar.
Ocho años después, el grupo Repsol, en sociedad con la empresa Norsk Hydro de Noruega y ONGCVidesh Limited de India, acometió un nuevo pozo exploratorio, en los nuevos bloques y que recientemente declararon como pozo seco, a un costo superior a los 100 millones de dólares, anunciando, de paso, su retiro del área para concentrarse en las aguas profundas de Brasil. La plataforma usada, la Scarabeo 09, de última tecnología, esta ahora perforando un pozo para Petronas que se estima finalizar, a finales del mes de julio. La noticia, que ya habíamos adelantado, es que el próximo pozo de la Scarabeo 09, será perforado por cuenta y riesgo de PDVSA. Aunque usted no lo crea.
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