PDVSA: ¿LA HISTORIA SIN FIN?
En
innumerables ocasiones nos hemos referido a la situación de crisis y caos en
que se encuentra sumergida la estatal PDVSA, empresa que pertenece,
nominalmente, a todos los venezolanos. También en un incontable número de oportunidades,
nos hemos referido a las declaraciones que han hecho, tanto Hugo Chávez como
Rafael Ramírez, con relación a los planes de PDVSA y las extraordinarias
oportunidades de desarrollo que presenta,
eso sí siempre a tiempo futuro. Hemos analizado, desde muy diversos puntos de
vista, la posición de minusvalía operacional, técnica, comercial, financiera e
institucional que hoy presenta la empresa, luego de un largo proceso de
destrucción que se aproxima ya, a los catorce años.
Sin
embargo, superando todas las expectativas de insensatez y todas las barreras
del cinismo, cada dos o tres semanas aparecen en escena el uno u el otro, o
ambos, haciendo nuevas y cada vez más temerarias declaraciones de crecimiento,
solidez y oportunidades de negocios para la estatal PDVSA, sin que nadie lo
pueda cuestionar. La información ocupa titulares de página entera, grandes
despliegues periodísticos que rebotan en las cadenas y agencias noticiosas del
mundo. Hemos sido testigos indignados de anuncios de grandes e inimaginables gasoductos
u oleoductos; de complejos de refinación diseminados en los tres continentes;
de proyectos petroquímicos de proporciones gigantescas; de reservas de petróleo
imposibles de ser producidas en, cuando menos, trescientos años; miles de
millones de metros cúbicos de gas natural o gas licuado, alimentado plantas de
generación termoeléctrica, pujantes desarrollos industriales, vehículos a motor
y hogares, no solo en el ámbito nacional, sino a todo lo largo y ancho del
continente americano, menos en el norte.
En
fin, parece ser una historia sin fin, pero al estilo pernicioso, para un mundo antagónico
y con unos personajes dañinos. Porque en la Historia Sin Fin, la de la película,
de hace veinte años, el protagonista Sebastián era un niño de diez años que vivía
en un mundo de fantasía, donde nadie lo comprendía y él lo sabía muy bien. En
la película, Sebastián entró en una librería donde encontró el libro que contenía
"La historia sin fin". Cuando comenzó a leerla, descubrió que él era
participante y protagonista de la historia del libro. Sin duda, esta “historia
sin fin” marcó una generación completa que en su época, fue lo mejor de lo
mejor. Claro, sin los efectos especiales que hoy día derrocha el mundo del
cine. Al verla por primera vez los pequeños se impresionaban. Tanta Magia. Tanta
ilusión, tantos valores de amistad, tantas esperanzas de vida y de futuro
posible.
Pero,
esta “historia sin fin”, la nuestra, la de nuestro gobierno funesto y forajido,
tiene un protagonista que vive en un mundo de odio, de resentimientos, de
engaños y mentiras donde, por fortuna, cada día menos gente quiere vivir. En
esta historia sin fin, Hugo y sus amigos se empeñan, a través del engaño y las
dadivas, de hacernos creer en una boyante empresa que, en realidad, ya no
existe; quiere convencernos que PDVSA es una empresa que tiene que “quitarse de
encima”, a los grandes inversionistas desesperados por colocar su dinero en
proyectos conjuntos; una empresa que realiza grandes inversiones y adelanta
incontables proyectos. Afortunadamente, cada vez con mayor fuerza y determinación,
la inevitable realidad se encarga de desmentirlos. Hugo y Rafael, viven y hacen
vivir horas de megalomanía infinita, en largas cadenas de radio y televisión que
muy pronto se contrastan con la realidad. La empresa del mundo irreal, pronto
contrasta con una empresa de realidades. No existen gasoductos ni oleoductos y,
catorce años después, no hay refinerías nuevas en el país y las que existían,
estan seriamente deterioradas, al punto que importamos diesel y componentes
para manufacturar gasolinas; todas las versiones de los planes de siembra
petrolera han sido engaños y mentiras, como los planes de desarrollo de
agrícola nacional, tanto que la producción de crudo no sobrepasa los 2 millones
400 mil barriles cuando nos prometieron producciones por encima de los 6
millones de barriles diarios para el 2011; no hay desarrollo petroquímico
nacional, al contrario el deterioro es manifiesto y hasta se importa urea desde
Turquía; no solo que el gas no ha llegado a las plantas termoeléctricas, vehículos,
industrias u hogares, es que importamos gas desde Colombia, cuando desde hace
ocho años deberíamos estar exportando gas a Colombia; el nivel de endeudamiento
de la empresa es creciente y muy preocupante, tanto que ya casi solo producimos
para pagar intereses y obligaciones vencidas, hipotecas y proyectos ajenos a la
naturaleza de la empresa. Ni hablar del prestigio comercial, de los principios
y valores empresariales, todos absolutamente destrozados. Hasta los socios y “hermanos”,
principales apoyadores y apoyados del régimen, como Irán, comienzan a quejarse.
Es decir, una cruda realidad que contrasta con el mundo de engaños que se
pretende vender.
Afortunadamente,
para todos, el mundo de engaños y perversidades, llega a su final y no será precisamente
el 21 de diciembre de 2012, como supuestamente anuncia el calendario Maya. Esta
historia sin fin, la perversa, la que nos cuenta el niño Hugo y sus ordenanzas
mas cercanos como Rafael, esta por expirar y su fecha, es el 07 de octubre de
2012.
UNA
IMAGEN VALE MAS QUE MIL PALABRAS
Pocas
veces una frase estaría mejor aplicada que en esta ocasión. Creemos que la caricatura
del maestro Pedro León Zapata publicada, como ya es costumbre y tradición, en
El Nacional, nos ahorra muchas cuartillas. Ella, en sí misma, lo dice todo. “PDVSA no es un
negocio, sino un partido político”.
Un barril con el sable en el cinto, nos indica claramente quien manda. La práctica
de repartir, “eso si, de a poco”, para
los militantes y, todo lo demás, para las cúpulas dirigentes, los apoyos
internacionales, los proyectos que buscan ganar adeptos, el financiamiento del
partido, el pago de las campañas electorales, dentro o fuera del país y, en
fin, todo lo que signifique el fortalecimiento del partido y la perpetuidad en
el mando.
Se
trata de una empresa, secuestrada por el poder que detenta un régimen forajido y
que utiliza sus recursos como fuente de chantaje y vehículo de financiamiento.
Uno
de los grandes retos del nuevo gobierno democrático que pondrá fin a los
desmanes del régimen chavista, será reinventar una empresa estatal que
represente los intereses de todos los venezolanos y que responda a la
institucionalidad democrática, sin parcialidad partidista, ni injerencia
política interna. Una empresa que cumpla con los lineamientos establecidos en
un marco de respeto profesional y técnico, rendición de cuentas e inversión
social, acorde con los parámetros establecidos para sus áreas de influencia
operacional.
REPSOL,
¿CANTA LA DESPEDIDA DE CUBA?
Luego
de un proceso largo y costoso, la empresa española Repsol inició, unos tres
meses atrás, la perforación de un pozo
exploratorio en las aguas profundas de
la denominada Zona Exclusiva Económica de Cuba (ZEEC), a 60 millas de los Cayos
de Florida y con la plataforma de última tecnología, la Scarabeo 09. El
resultado de esta perforación ha sido oficialmente declarado, por la empresa
Repsol, como pozo seco. Dentro de los parámetros de una campaña exploratoria de
tantas expectativas, un pozo seco no debería significar la cancelación del
programa. Podría significar, eso sí, el diferimiento de una nueva perforación
que permita reinterpretar modelos, analizar los resultados y repensar la
próxima localización exploratoria.
Esta
apreciación la complementamos con el hecho que la Scarabeo 09, está perforando
un nuevo pozo exploratorio, en la ZEEC, a unas 100 millas al suroeste del pozo
de Repsol, para las empresas Petronas (Malasya) y Gazprom (Rusia), el cual
espera completarse a principios de agosto de 2012. De modo que, en tan solo un poco
mas de dos meses, podría Repsol tener información adicional para contrastar su
modelo y sus estimaciones. Entonces, ¿Por qué apresurarse, porque jugar
posición adelantada?
En
nuestra opinión, tal vez, el apoyo irrestricto dado por el gobierno cubano a la
expropiación (¿apropiación?) de Repsol-YPF, por parte del gobierno argentino,
puede estar jugando un papel disuasivo en la decisión de la Directiva de
Repsol, previendo lo que podría suceder, en caso de materializase un éxito
exploratorio que confirme la presencia de crudo, comercialmente explotable en
la ZEEC. Además, la empresa, ha presentado otras opciones de negocios que lucen
menos riesgosas, aunque no tan tentadoras. Veremos.
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