Editorial
@alexisortizb
Los verdaderos enemigos de
Palestina son sus belicosos aliados árabes
Los judíos son culpables
Con su incorregible simplismo, las agencias internacionales de noticias
y la mayoría de las grandes corporaciones comunicacionales, nos inoculan
estereotipos cómodos, verbigracia: los políticos y los gobiernos, no importa
que sean democráticos, suelen ser
malvados, mientras que guerrilleros y agitadores son casi siempre románticos
defensores del género humano.
Tal es el caso de la tragedia actual del conflictivo medio oriente. Las
informaciones nos hablan de un Goliat agresivo, los judíos, y, un David
valiente y desamparado, los palestinos; no se menciona que, más allá de los
errores y aciertos de Israel, esa nación constituye la vanguardia de la
democracia y la modernidad en tierras tan beligerantes.
Tampoco se menciona que los palestinos son prisioneros de sus gobiernos
reaccionarios, represivos y corruptos, aliados del terrorismo de Hezbolá y
Hamas, grupos fundamentalistas armados y financiados por la teocracia iraní, fanática
mensajera de un imposible dominio
universal del islamismo más radical.
Lo más lamentable de todo es que de no mediar los fanáticos que para
preservar su poder levantan la estrategia del odio contra los hebreos, los dos estados, Israel y Palestina, podrían
vivir en paz y cooperación. Para asegurar una paz duradera, Israel está
obligado a apoyar el desarrollo económico y de calidad de vida de los
palestinos.
Así como la Alemania capitalista asumió la responsabilidad de impulsar
el desarrollo de la otra Alemania retrasada por el comunismo, Israel parece
estar dispuesto a comprometerse a favorecer el arribo por fin de Palestina, a
las ventajas del tercer milenio. Esa es una cuestión de sobrevivencia para
Israel.
De tal manera que los verdaderos enemigos de Palestina son sus belicosos
aliados árabes. Esta constatación no le interesa a ciertos medios de
comunicación que ya resolvieron que, como en los tiempos caducos, los judíos no
pueden ser sino culpables.
Claro, hay que señalar también que los israelitas han sido maestros en
el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la educación, la industria, la
seguridad y la convivencia democrática en su territorio, incluso de árabes y
judíos, pero han fallado gravemente en la estrategia comunicacional de sus
propósitos y logros.
Porque la seguridad no es sólo un
asunto de gendarmes y militares, sino sobre todo de dar con eficiencia la
batalla de las ideas. No en balde decía Napoleón que “la guerra se gana con
información”, y la información es saber el número de cohetes del adversario,
pero también sostener un debate consistente.
No comments:
Post a Comment