Para PDVSA, también Hay un Camino.
Horacio Medina
“Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia y vigencia de la Constitución,
sin coacciones, extorsiones ni amenazas”.
Fernando Savater
Sin duda alguna que los resultados de las elecciones primarias, adelantadas por la alternativa democrática el pasado 12 de febrero, causaron una verdadera conmoción política y movieron la conciencia de importantes sectores ciudadanos. Esta suerte de tsunami social reflejado en la alta votación, ha causado una inusitada inquietud, en los estamentos oficiales y en las directivas de muchas instituciones del Estado. PDVSA, no ha sido la excepción. Ante la clarísima posibilidad de perder las elecciones del 7 de octubre de 2012 y el trazado de un nuevo camino por donde se desplaza el autobús del progreso, Rafael Ramírez y sus acólitos reaccionaron visceralmente. El “hombre serio” de la empresa profirió toda clase de improperios contra el candidato Capriles, amenazó a los empleados y los alertó con que serían “pasados por las armas”. Su reacción de pánico fue de tal magnitud que convocó a una de sus ya conocidas video conferencias desde su palacete en la La Campiña, sede del Ministerio de Energía y Petróleo y PDVSA, sus dos preciados feudos.
De manera vacilante, nerviosa y con una angustia a flor de piel, según me cuentan, Ramírez trató de repetir, con la misma soberbia de siempre, su mensaje de odio. Profirió amenazas, lanzó a la audiencia sus dardos envenados por la duda y el miedo. Sin embargo, el efecto no fue el mismo, su discurso “rojo rojito”, sus manidas frases que tales como: “ustedes están aquí gracias al comandante Chávez” y “ustedes le deben lealtad absoluta”, no calaron esta vez, los asistentes se miraban a las caras. Miles de profesionales jóvenes que han egresado de nuestras universidades nacionales y centros técnicos, trabajan hoy en PDVSA, no por obra y gracia del Comandante, sino porque son profesionales y técnicos competentes. Una mayoría de trabajadores con gran experiencia permanecen en la empresa, no por el Comandante, sino a pesar del Comandante.
Lo que si pensaron, seguramente, muchos de los que escuchaban la palabras de Ramírez, en la sede principal del feudo “ramirista” o en cualquiera de las otras 162 salas, distribuidas a escala nacional en áreas operacionales y administrativas, es que personajes como Rafael Ramírez, Asdrúbal Chávez, Eulogio Del Pino, Eudomario Carruyo, Jesús Villanueva, Ricardo Coronado, Orlando Chacín, Alejandro Granados, Jesús Luongo y otros tantos, están en esos cargos gracias al Comandante y a su absoluta adulancia. No están allí por su conocimiento y experiencia, por lo contrario, han ignorado el principio de Peter y los resultados de la empresa así lo demuestran.
Mas adelante, el “hombre serio” de PDVSA, reiteró otra de sus trasnochadas y caducadas frases, cuando expresó lo siguiente: “Hoy se presenta ante el país la confrontación de dos modelos diametralmente opuestos, no tienen manera alguna de conciliarse, no tienen la posibilidad alguna de llegar a ningún acuerdo para que coexistan: o es la antipatria o es la Patria; o es el capitalismo o es el Socialismo”.
Sin duda que el efecto que busca esta clase de discurso, uno de los favoritos en el sector oficial, es la confrontación y que persevere la división. Los epítetos de traidores, “pitiyankees”, antipatriotas, vende patria, etc., para tratar de descalificar a los que presentamos opciones de futuro distintas, enmarcadas en la palabra progreso que, para el chavismo, es vacía y “asexuada”, solo denota que para ellos el mundo se quedó en el siglo XIX. Para nosotros progreso significa prosperar, crecer y evolucionar. Ser progresista es sinónimo de un pensamiento de avanzada y de renovación. En lo personal, el discurso de izquierda o derecha, poco a poco quedara en el pasado.
En contraposición al discurso iracundo de Ramírez, hemos propuesto un debate abierto y amplio para repensar nuestra Industria de los Hidrocarburos, para trazar un camino, una estrategia de largo plazo, un compromiso de unidad nacional, en torno a uno de los temas mas sensibles e importantes para la Nación. Esa es nuestra verdad.
Compartimos el discurso de Henrique Capriles, creemos en su vigencia y necesidad, no alentamos revanchismo, venganza o retaliación. Solo pedimos, justica, equidad y respeto. No creemos equivocarnos cuando afirmamos que ni en PDVSA, ni en el Ministerio de Energía y Petróleo, todos están con el Comandante, todos son rojo rojitos. Conozco a muchos compañeros con quienes compartí momentos importantes desde la época estudiantil que están en PDVSA o en el MinEP y a muchos de los cuales, sigo considerando mis amigos, a pesar de las intrigas, los odios sembrados y las amenazas. Confío en su honestidad y en su concepción institucional. Debemos y tenemos que reflexionar sobre nuestra Industria de cara al futuro, es un compromiso con la Nación y las generaciones futuras. (La democracia también es tolerante en aceptar una dosis de injusticia para evitar nuevas injusticias – Umberto Eco).
Finalmente, dos precisiones. En primer término, Ramírez y sus acólitos mas cercanos serán cesanteados de PDVSA, pero Ramírez y también algunos de esos incondicionales, volverán a ser cesanteados del Ministerio. Por eso, brota su angustia y se desespera. En segundo término, en su discurso por video conferencia, el “hombre serio” no se refirió a los accidentes operacionales, a los consuetudinarios derrames de petróleo, a la deplorable situación de las refinerías, a la comprometida situación del flujo de caja de la empresa, a hechos notables de corrupción y en fin, a tantos asuntos irregulares que la mayoría de los “videoconferenciados” conocen.
Ramírez si se refirió a lo siguiente: “… la oposición pretende revertir el proceso de Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, flexibilizar las leyes de hidrocarburos y revisar la participación del Estado en el negocio petrolero”. Lo que no dijo Ramírez es que bajo su dirección PDVSA pretende iniciar la privatización de las empresas de la Faja en la bolsa de Hong Kong, PDVSA venderá una participación del 10 por ciento de Petropiar, a la compañía china CITIC y permitirle vender una parte de su participación de modo que cualquiera podría comprar en el sector petrolero estatal, con una simple llamada a su agente de bolsa (http://transitions.foreignpolicy.com/). Además se comenta ampliamente la decisión tomada por PDVSA de reducir su participación en la empresas mixtas al 51%, buscando mejorar su flujo de caja. Sobre este tema, daremos muchos detalles.
¿Como se denomina esta operación?, ¿Quién privatiza?, ¿Por qué ocultarlo?, ¿Si puede hacerlo de manera transparente, por que lo esconde?, ¿Quién le puede creer a quien miente descaradamente?
Estamos persuadidos que con disposición de dialogo, con tolerancia y con la mayor dosis de mística posible, haremos posible una Venezuela distinta con Industria de los Hidrocarburos diferente. Eso para Ramírez y su combo cercano no es compatible con “la robolución en marcha”.
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