Chávez, el muerto de Maduro el cubano

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Chávez, el más nefasto de todos los gobernantes que ha tenido Venezuela

Murió Chávez. Por fin lo confesó Nicolás Maduro, el virrey de Raúl Castro en Venezuela. Somos católicos y no nos alegramos con la muerte de nadie, pero tampoco fingimos un dolor que no sentimos. Eso sí, repudiamos actos necios como ese de brindar por el deceso del caudillo neo comunista.

Murió Chávez, el más nefasto de todos los gobernantes que ha tenido Venezuela. Los hubo más ensañados que él, pero ninguno hizo tanto daño. En quince años de gobierno destruyó la economía, sembró el odio y la división social, desenfrenó la corrupción, aumentó la pobreza real, provocó una espantosa inseguridad, causó un desabastecimiento como sólo se había visto en los tiempos de las guerras pasadas, disparó la inflación y el incremento del costo de la vida, dilapidó el dinero de todos para pagar popularidad internacional, domesticó a los poderes públicos, se hizo subalterno del comunismo cubano, implantó la ruina económica, política y moral, en fin: un desastre de proporciones colosales.

Murió Chavez. Nadie más cruel. Humilló a sus adversarios y a sus propios compañeros. Irrespetó en el momento de su muerte al señor Brito, al cardenal Castillo Lara, al ex presidente Pérez. Insultó a Israel. Profanó los restos de Bolívar. Atropelló a las familias de los petroleros. Hundió en la cárcel a comisarios que no cometieron ningún delito. Apresó a muchos. Exilió a otros. Mandó a violar a la jueza Afiuni. En fin: todo un muérgano.

Murió Chávez. Ahora lo quieren divinizar. Como al déspota Perón que después de acabar con el progreso argentino, lo veneran como un héroe. Como a su mujer, represiva y corrupta, ahora presentada como Santa Evita. Como al implacable terrorista Che Guevara. Como tantos otros truhanes que pisotearon la historia.

Murió Chávez. Los venezolanos no somos resentidos ni queremos venganzas. Pero pendejos tampoco somos. Ahora nos toca trabajar para que el país renazca de las cenizas que el caudillo neo comunista cultivó. Ahora a trabajar juntos, incluso con los chavistas de buena voluntad, que debe haberlos, para reconstruir la Democracia vapuleada en estos últimos quince años chavistas.