Chávez y La Bicha

jalexisortiz@hotmail.com

Un Consejo de Gobierno integrado por un lote de seguidores obsecuentes
Chávez y La Bicha

Con su lenguaje de carcelero, Hugo Chávez llamó La Bicha a la Constitución venezolana aprobada por la Asamblea Constituyente, en marzo del año 2000.

Esa Constitución fue manipulada de modo truculento por los legisladores chavistas del momento, hoy casi todos alejados de Chávez, y no fue producto de un pacto social histórico, como recomienda la tradición democrática. Pero al ser aprobada por el pueblo en referéndum, la oposición en pleno la asumió como propia.

En su parte dogmática o de principios, la Constitución, inspirada en su sabia antecesora de 1961, auspicia la participación plural en el gobierno y la descentralización del estado. Y en su parte orgánica crea el Consejo Federal de Gobierno (artículo 185), para garantizar el cumplimiento de los dos objetivos mencionados.

Pero Hugo Chávez acaba de crear a su antojo y con menoscabo del artículo 185, un Consejo de Gobierno integrado sólo por un lote de sus seguidores obsecuentes, con el doble propósito de controlar el manicomio en que se desataron las ambiciones de sus aliados, ante la noticia de la posibilidad de su desaparición física. Y para negociar con la oposición democrática una vez que esta gane las elecciones presidenciales del próximo octubre.

Los miembros del Consejo de Chávez son Elías Jaua, actual vicepresidente, un hombre aturdido por la impericia y el odio; José Vicente Rangel, veterano operador político de reconocida amoralidad; Roy Chadderton, inteligente cortesano, siempre listo para servir a cualquier patrón; Germán Mundaraín, leguleyo tornadizo y codicioso; Luis Britto García, amanuense del Partido Comunista Cubano; y, Carlos Giacoppini Martínez, un oficial de marina cuyo único mérito es la incondicionalidad a Chávez.

Con este Consejo de Gobierno Chávez vuelve a violar a La Bicha que él creó.