Thursday, October 25, 2012

Los Problemas de Hoy y los de Mañana

Las Elecciones: Los Problemas de Hoy y los de Mañana

Dr. Fernando Dominguez

Las elecciones son el mecanismo legítimo de lograr que el país tome el rumbo que el electorado escoge. Para ello, cada partido político presenta un programa de qué hacer y lograr en el período, acompañado de las políticas necesarias para lograrlo. Esas políticas son económicas, financieras, tecnológicas, laborales, sociales, de salud, etc. Etc. Ese conjunto de metas y políticas encaminadas a lograrlas se denomina la Plataforma de ese Partido, que elige un candidato que tiene el compromiso de llevar adelante esa bandera.

Indiscutiblemente que eso presenta un problema de coherencia. Las políticas no pueden estar divorciadas de los objetivos y las metas. Plantear objetivos y metas que están acompañados de políticas que en la práctica llevan a tendencias diferentes inevitablemente llegarán a resultados totalmente divorciados de los objetivos planteados. Ningún objetivo en la vida puede lograrse solamente con el deseo, sino es condicionado por el trabajo, el esfuerzo y la trayectoria cotidiana que asegure la meta final.

Los últimos años se han destacado por el más acentuado divorcio entre los objetivos y las políticas a nivel mundial. Más que políticas ha habido politiquería, dónde administraciones irresponsables (no importa el Partido que representan) han ejecutado políticas de “gastos alegres” otorgando asignaciones de gastos que no han tenido el adecuado financiamiento, lo que ha conllevado (esto es automático, nos guste o no) a un también creciente proceso de endeudamiento público.

Esa orgía de “derechos” en las pensiones, en los gastos sociales, en todo el espectro imaginable de los gastos públicos, con el fin de lograr el clientelaje y el voto de las mayorías, no importa el costo para el país, para el futuro y para salud del proceso social en toda su esencia,  ha llevado a la crisis económica, política y social de una buena parte del mundo civilizado.
Esa irresponsabilidad sostenida llega a un abrupto final: se acaba el financiamiento, de la misma manera que quien se sobregira continuamente en su límite de la tarjeta de crédito, pierde el crédito al llevar una forma de vida basada en gastar por encima de las posibilidades propias, en una vorágine cotidiana de gastar y gastar, hasta que los acreedores le cierran el proceso. Aquí es necesario recordar que los acreedores viven de prestar dinero y que cuando dejan de hacerlo es porque ven en peligro recuperar el préstamo. Y ese es el problema en Europa y en muchos otros lugares. No es aún el problema nuestro, pero puede llegar a serlo.

Las causas, las mismas. El problema, el mismo. La solución, alejarse del sobre-préstamo, mantener la salud de la deuda haciendo que nunca crezca más allá de lo razonable, de lo saludable. Y estos son los números:
Ingresos por Impuestos Anuales: $2,170 Trillones  (100%)
Presupuesto de Gastos Anuales: $3,820 Trillones   (176%)
Sobregiro (Nueva Deuda) Anual: $ 1,650 Trillones     (76%)
Acumulado (Deuda Nacional):   $14,271 Trillones  (658%)

Ya nuestra deuda es casi 7 veces el volumen de los ingresos presupuestarios y anualmente sigue creciendo en un monto del 76% de lo que ingresamos.
La propia existencia de nuestra sociedad en el futuro exige alejarse de ese camino. Se requiere balancear el equilibrio Ingresos-Gastos y comenzar a pagar. De lo contrario miren las bardas del vecino arder en Grecia, en España, etc. 


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