Thursday, April 19, 2012

BOLIVAR, EL COMERCIANTE

19 de abril 1810

BOLIVAR, EL COMERCIANTE

                                                                             Raúl Lopez-Pérez*

Después del 19 de Abril de 1810 y del 5 de Julio de 1811, los comerciantes continuaron siendo protagonistas en el acontecer de la revoluciónm libertadora y de la vida republicana. Y no podía ser de otra forma. El propio Libertador se preocupó por acreditar su condición de comerciante, obteniendo la cédula respectiva de la audiencia del tribunal del Consulado el 26 de Octubre de 1802. Más allá del hecho formal, más o menos anecdótico: El firme pensamiento liberal, también en materia de economía política, del Libertador, está claramente expresado en numerosos documentos que llevan su firma y en la normativa jurídica promulgada en las naciones bolivarianas en los años de vida republicana durante los cuales el Padre de la Patria tuvo influencia directa sobre los asuntos públicos.

Ya en nuestra primera Constitución se garantiza la libertad de industria y comercio a los ciudadanos sin que, por cierto, se contemplen “restricciones” al estilo de la vida contemporánea. Bolívar abogó por la reafirmación de los valores del trabajo creador y consideró prioritaria la adecuada formación del recurso humano. Se preocupó por erradicar la corrupción, el despilfarro y la burocracia excesiva en la administración. Concedió el más alto valor al derecho de propiedad. Propició el más libre intercambio comercial, tanto internamente, como con países extranjeros y, como corolario, reconoció que "el comercio debe facilitarse para que puedan darse beneficios tangibles", y por tanto, "debe crearse la infraestructura adecuada para su mayor desenvolvimiento".

Fue integracionista, pero previó las dificultades que, aun hoy, entorpecen el proceso de integración latinoamericana. Y finalmente, mantuvo la convicción de que la política mercantilista impuesta por el imperio español estuvo entre las principales causas que condujeron a la revolución independentista. Además, existen numerosos elementos de prueba en cuanto a como Bolívar supo, en funciones de gobernante, plasmar su pensamiento económico liberal por vía de decisiones concretas. Sirvan como muestra tres ejemplos tomados entre muchos:

En 1817 decreta la libre importación, señalando que “está en los principios eminentemente liberales de que la República hará profesión, quitar todas las trabas, abolir todos los monopolios del anterior gobierno, reducir a una justa proporción los enormes derechos de entrada y salida, y facilitar por todos los medios posibles las relaciones del género humano

En 1825 se decreta la eliminación de las limitaciones al comercio de los extranjeros y se argumenta que tales trabas “son un resto del sistema colonial español” y que “están en contradicción con los principios liberales que han presidido a la organizaciónde la Republica, no menos que con la práctica de las naciones mas prósperas".

Y en 1826 se ordena por decreto “examinar detenidamente todas las mejoras de que sean capaces estos departamentos (Azuay, Ecuador y Guayaquil); que ramos de industria agrícola y manufacturera deben fomentarse de preferencia, haciendo examinar las producciones naturales de toda clase en este suelo; que puertos, caminos, canales y todo genero de comunicación deban abrirse para facilitar el comercio y derramar la prosperidad en el Sur.

En resumen –y permítase una segunda cita del señalado ensayo- “la prosperidad, obsesión de Bolívar, solo es posible alcanzarla con una actitud ética hacia el trabajo, el saber y la disciplina.
Nunca habló Bolívar del estado paternalista, ni mucho menos de fomentar desigualdades a través de supuestas medidas de justicia social. Asignó al esfuerzo del hombre papel preponderante en su diseño político.

* Extracto del discurso pronunciado en la XII Asamblea Anual de San Felipe, Estado Yaracuy, 16-04-1982.

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